beneficios de practicar aikido


Desde mayores de doce años hasta adultos; hombres y mujeres, todos pueden comenzar la práctica del Aikido y con cierto tiempo de entrenar se comienzan a percibir beneficios tangibles e intangibles, por ejemplo:

 

En lo físico, mediante la práctica constante, se aprende a educar al cuerpo, a corregir la postura y a desarrollar una mayor coordinación físico-motriz, lo cual redunda en una mejora a nivel cardiovascular, circulatorio y de la capacidad respiratoria.

 

Sus movimientos, tanto de acondicionamiento físico como las herramientas técnicas, convierten al Aikido en una actividad saludable y un ejercicio físico que gradualmente fortalece el cuerpo y tonifica los músculos, al tiempo que aumenta la elasticidad y los reflejos.

En el plano mental-emocional, la práctica constante nos permite fortalecer la voluntad, adquirir confianza en sí mismos y mayor autocontrol, comprendiendo que la única competencia es con nosotros mismos.

 

Asimismo, favorece en buena medida la capacidad de concentración y el estado de alerta consciente, capacidades que son perfectamente aplicables al resto de actividades: estudio, trabajo, familia, etcétera.

 

La filosofía del Aikido, puesta en práctica repercute de manera beneficiosa en nuestra vida diaria pues se pretende inculcar al practicante, la serenidad del espíritu, el rechazo de la violencia, la no resistencia y el respeto máximo a todos los seres vivientes.

 

En lo que refiere al Aikido y su aplicación en defensa personal, podemos afirmar que es una disciplina que provee herramientas defensivas y conceptuales, que nos permiten aumentar de gran forma nuestra capacidad de protección personal y mejorar la reacción ante lo inesperado.

 

Desde el punto de vista técnico, mediante la práctica en parejas entrenamos desplazamientos cortos y movimientos circulares, para aprender a esquivar, envolver, proyectar y dirigir la fuerza del atacante, reutilizarla contra él mismo, buscando controlarlo de manera proporcional a su ataque y no destruirlo, por lo cual el Aikido se adapta perfectamente a las exigencias del Código Penal, pues se enmarca dentro de lo que es la legítima defensa.